SER, HACER O SABER

Nuestro sistema educativo fue desarrollado en la época industrial, cuando muchas de las tareas que hacían los niños fueron automatizadas en las industrias , por lo que estas ya no necesitaron del trabajo infantil.  Allá por el siglo 17, fue prohibido en Inglaterra contratar niños menores de 9 años, y fueron limitadas las horas que un niño entre 10 y 17 años podía trabajar.  Fue entonces que el pensamiento de que el trabajo de los niños era aprender e ir a la escuela, se fue desarrollando.  Y así como hicieron con las fabricas, se empezó a sistematizar la educación.

Hoy, en la mayoría de los países, nuestros colegios son como una fábrica, en la cual, llegan los alumnos en masa, tienen enseñanza linear, y exámenes de contenidos. Buscamos uniformarlos, no solo en sus vestimenta, si no que también en su apariencia.  Están en grados por edad y no por capacidad o interés.  Ell En pocas palabras los estamos estandarizando.  Regresan a casa hacen tareas y empiezan de nuevo al día siguiente, con la meta final de prepararlos para el siguiente nivel de educación, a llenar criterios y estándares establecidos por un «ente educativo».

Algunos hemos empezado a cuestionar este sistema, y empezamos a soñar con un sistema en el cual los alumnos aprenden por si solos, se ponen metas, juegan, colaboran, cuestionan, y nosotros los maestros, nos convertimos en sus coaches.  Los guiamos, apoyamos, los animamos, los cuestionamos y los ayudamos a crecer.
Hay tres diferentes tipos de aprendizaje:

  • aprendiendo a ser
  • aprendiendo a hacer
  • aprendiendo a saber

Aprendiendo a ser se enfoca en ayudar a alguien a comprender quien es y quien quiere ser.  Este tipo de aprendizaje responde a las preguntas: ¿Qué me encanta hacer? ¿Cuál es mi sueño?  ¿Qué me da energía? ¿Cual es mi rol en este grupo? Para esto es importante la reflexión.  Las redes sociales parcialmente llenan esta necesidad.  Aprendiendo a ser es el más individualista tipo de aprendizaje
Aprendiendo a hacer, por el contrario, se enfoca en desarrollar competencias y habilidades que pueden ser aplicadas, como en el mundo productivo.  Aprendiendo a hacer requiere practica.  Algunos temas pueden incluir temas abstractos como liderazgo, innovación, gerencia de proyectos y temas concretos como construir, jardinizar, arreglar.

Aprendiendo a saber se enfoca en el conocimiento que puede ser captado en libros y charlas.  Incluye líneas de tiempo, fechas, definiciones, hechos.  Wikipedia y Google son los actuales herramientas para este aprendizaje.  La mayor parte de los colegios se enfocan en desarrollar este tipo de aprendizaje.  [1]
Cualquier currículo que se enfoca en solo uno de estos tipos de aprendizaje, se está perdiendo oportunidades para una educación integral.
Durante muchos años he sido parte de este sistema industrial, como maestra, como mamá y ultimadamente como directora.  Siempre sentí como que algo no estaba bien. Lo sentía cuando un alumno fracasaba en un examen pero brillaba cuando hacíamos algo creativo.  Lo sentía como mamá cuando mis hijas creaban algo diferente y la maestra les decía que eso no era lo que ella quería.  Lo sentí cuando fui directora y un alumno me rogaba que le diera un punto más para llegar a cuadro de honor, pero ese mismo alumno no podía relacionarse bien con sus compañeros.

Fue entonces que empecé investigar un poco más sobre las diferentes opciones que tenemos como educadores.  Me imaginé un mundo en donde todos los alumnos brillaban, pero a su ritmo y en lo que les gusta.  Un lugar en el cual los alumnos se tienen confianza a si mismos y a otros alumnos.  Un lugar en donde los maestros son facilitadores guías que promueven el auto conocimiento, autoconciencia y responsabilidad personal sobre actos y pensamientos.  Y me vi ayudando a aprender ser.

¿Y tú, en dónde te ves?
Deborah Yarhi
BS in Education y Coach Educativa

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