Los seres humanos somos seres de hábitos. Una vez una conducta toca nuestra puerta, fácilmente llega a quedarse para siempre. Para efectuar un cambio, debemos hacer un esfuerzo por conocernos mejor y de esa manera ir aprendiendo de donde salen nuestra conductas. Nuestros modelos mentales generalmente operan de manera inconsciente y generan la forma que desarrollamos nuestra conducta. Darth y Van Velsor (2006) utilizan el término «net de creencias» para describir como estos hábitos de pensamiento guían nuestra acciones y como estas «nets» son hilos de creencias interconectadas que se refuerzan mutuamente. Estos hilos forman un «mindset», un forma de pensar, y manera habitual de comprender y acceder al mundo. Guían las acciones que tomamos y nos dan consecuencias bastante predecibles. Con el tiempo, nuestros modelos mentales se incrustan tan profundamente en nuestra forma de pensar, que ni nos damos cuenta.
CONTROL UNILATERAL
De acuerdo a investigaciones basados en miles de casos en países alrededor del mundo, cuando nos sentimos amenazados, estresados o incómodos, la mayoría de nosotros utilizamos el model mental llamado «Control Unilateral». De hecho, las estrategias usadas en este modelo nos las enseñan desde niños y así aprendemos como relacionarnos con otros. Esta forma de pensar nos lleva a asumir y comportarnos con otros en formas que parecen funcionar a corto plazo pero que no son efectivas a largo plazo. Por ejemplo, tratamos de ganar una discusión, diciendo a otros que están equivocados y que nosotros estamos en lo «correcto». Tal vez las otras personas tienen que obedecer y de alguna manera querrán «pagárnosla» más adelante.
También cuando alguien quiere «guiar«, frecuentemente usa estrategias de control. Uno no está consciente de hacerlo, pero si puede ser observado por otros. Lograr metas a través de control unilateral significa que usted se va asegurar de que la otra persona haga lo que usted quiere que haga cuando terminen de hablar. En este modelo tendemos a decirles a otros que deben hacer y tratar de persuadir a otros que hagan lo que nosotros pensamos que es lo mejor. Tratamos de controlar la conversación limitando sentimientos negativos porque eso dificultaría lograr hacer lo que nosotros queremos.
El problema con adoptar esta estrategia en coaching (o en cualquier otra relación) es que obtenemos consecuencias opuestas a lo que deseamos. Las personas se resisten a nuestras sugerencias, nos tienen desconfianza o se ponen a la defensiva. La relaciones pueden deteriorarse o como mínimo no logran su potencial máximo.
APRENDIZAJE MUTUO
Podemos escoger adoptar un set de valores y creencias diferentes que nos ayuden a evitar el aspecto negativo del Modelo de Control Unilateral. Abajo se describen los valores que distinguen este modelo del unilateral.
El principio clave para alcanzar el Modelo de Aprendizaje mutuo es la compasión. Todos nos comportamos unilateralmente a veces. Y como frecuentemente no estamos conscientes de ello, es difícil aprender a conducirnos consistentemente desde el modelo de aprendizaje.
Como coaches, tratamos de darnos cuenta cuando nosotros estamos siendo unilaterales con nuestros «clientes» y debemos tratar de averiguar que dispara esta conducta. Así, estando nosotros conscientes, podemos ayudar a nuestros clientes cuando ellos utilizan estrategias de control unilateral. Esto les da la oportunidad de ver como ellos están contribuyendo a las dificultades de las que se quejan.
Valores importantes
- Transparencia – compartir toda la información que puede impactar una situación. Incluye nuestro razonamiento al hacer preguntas o llegar a conclusiones
- Curiosidad – enfocándose en el deseo de realmente entender el punto de vista del ottro, haciendo preguntas genuinas.
- Responsabilidad – aceptar responsabilidad por sus acciones y las consecuencias. Reconocer como contribuimos al problema
- Elecciones Informadas – tomar decisiones y maximizar las habilidades de otros basadas en información relevante.
- Compasión – suspender juicios propios y de los demás, manteniendo nuestra responsabilidad y solicitando la responsabilidad de los otros.
La mejor manera para un coachee de aprender a vivir estos valores es verlos en acción. Así que es importante para el coach identificar aquellos valores que no están alineados con estos principios, y empezar a modificarlos. Sabemos que todos somos imperfectos que a veces actuamos de manera inconsistente con nuestros valores y principios. Por eso es importante crear expectativas claras para que nuestros clientes nos digan si ellos ven que estamos siendo inconsistentes.